La adquisición de criptomonedas desde Bolivia puede efectuarse a través de distintos exchanges internacionales reconocidos. A continuación, se detallan los pasos esenciales:
Elegir un exchange registrado y confiable como Binance, Coinbase o Kraken es el primer paso. Estos exchanges requieren un proceso de verificación de identidad (KYC) para cumplir con las normativas internacionales.
Una vez seleccionado el exchange, se debe crear una cuenta proporcionando información personal detallada y documentos de identidad. Este proceso puede tardar entre 1 a 3 días hábiles.
La mayoría de los exchanges permiten depósitos en dólares americanos o euros mediante transferencia bancaria, tarjeta de crédito o débito, y algunas criptomonedas. Sin embargo, se debe considerar la posible falta de dólares en el mercado local (Bolivia), lo que podría dificultar este paso.
Con los fondos depositados, los usuarios pueden proceder a la compra de criptomonedas. Se recomienda iniciar con montos pequeños para familiarizarse con la plataforma y los procesos de compra.
La normativa RD0822024 establece un marco regulatorio que habilita el uso de activos virtuales (AV), es decir, criptomonedas en el mercado boliviano. Las plataformas que pretendan operar en Bolivia deben cumplir con las disposiciones reglamentarias relativas a los Proveedores de Servicios de Activos Virtuales (PSAV), garantizando así un entorno seguro y regulado para los inversionistas locales.
La adopción de criptomonedas podría ofrecer una alternativa a la falta de dólares en el mercado, permitiendo la diversificación de inversiones y la posibilidad de realizar transacciones internacionales sin la necesidad de depender del billete estadounidense. Esto podría mejorar la liquidez y ofrecer una vía de ahorro y inversión en activos digitales.
El acceso a criptomonedas puede empoderar a los ciudadanos bolivianos, ofreciendo nuevos mecanismos de inversión y ahorro. Sin embargo, es fundamental acompañar esta apertura con programas de educación financiera que permitan a la población comprender los riesgos y oportunidades asociados con los activos digitales.